Al momento en el que mis ojos dirigen la vista al papel sin tiempo,
El pulso corre bruscamente & electrocuta mi cerebro ocasionando sin querer un huracán de sentimientos.
Y los silencios se hacen más propensos a ser rutinarios
Al volver a seguir el compás de las manecillas,
Donde están los momentos sin pausas, y las palabras perfectamente accidentadas.
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